Admito que la siguiente idea fue obra de la telepatía pirata. En comics como los Hombres X aparecen mutantes capaces de leer la mente a otras personas, actividad que ocasiona a muchos niños, esfuerzos sobrehumanos por adquirir este don para navidad o tratando de mirar fijamente a la niña bonita de su salón. Tras años de investigación pude contactar a un telépata pirata, su tarifa no fue nada modesta pero a cambio me ha dado las ideas que ha robado de la mente de Michel Gondry y otros genios intelectuales, todo para adelantarme unos años y hacer la obra maestra que siempre he querido crear. Si yo tuviera telepatía pirata, no quiero ni imaginar la cantidad de dinero que hubiera hecho en los ochentas robándome la idea del Abs Toner 2000 o del Fataché antes de que salieran al mercado en los noventas, pero mejor aún, piratearme la idea de la cabeza que inventó eso de ponerle nariz y cuernos de reno a los automóviles (automóvil grande=pene pequeño, automóvil con cuernos y nariz de reno=A psiquiatría, no lo dude), y fabricarlo un año antes que el creador original se decidiera hacerlo. Ya en casos más legales, averiguar en la mente de la novia con quien te puso el cuerno o acertar en los exámenes leyendo la mente del nerdillo conflictuado de la escuela. Hay quienes tienen telepatía con los animales, pero no tiene sentido, leerles la mente solo aumenta el líbido sobre las piernas de la gente y dan ganas de orinar en los árboles, en caso de leer a un can machito.
Publicado en Ecléctica No. 5
Ilustración de Gibrán
Texto de René Verduzco
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