Mónica y Mónica

De lunes a viernes a las ocho de la noche, muchas mujeres sufren con la Telenovela Lapislázuli, interpretada por Mónica Saiffe como la desdichada mujer que los hombres rechazan por la herida que tiene entre su ombligo y su pubis. Legiones enteras del sexo femenino lloran al unísono cuando Lapislázuli es rechazada por los hombres. Contrario a la ficción, Mónica Saiffe es una mujer muy feliz, el secreto que escondía la hacía infeliz y ahora que lo saben todos, ella es un espíritu libre que incluso disfruta interpretando a Lapislázuli, ya que su vida es tan plena, que necesita un poco de drama, aunque sea maniobrado por los mediocres guionistas de la telenovela.

Montones de fans seguían la pista de Mónica Saiffe, las mujeres la idolatraban como ícono del sufrimiento femenino. Hasta que un sábado fue captada de la mano de su novia Mónica Avitia, una mesera de un café alternativo de la zona rosa. Las homófobas entraron en ansiedad y pánico, las de mente abierta aún así no podían entender que la bella Mónica Saiffe fuera lesbiana y un pequeño grupo de lesbianas de closet, la apoyaron aún más que antes. Saiffe tenía la necesidad de ocultarlo, pues era el estandarte de la mujer en México y la delicia de hombres oficinistas listos para masturbarse con la chica de la portada de TVNotas.

Los medios tacharon de vulgar a la novia de Saiffe, la madre de Mónica Avitia salió a la defensa de ambas y dijo que todos teníamos una lesbiana dentro pero que en este país la hipocresía y sobretodo el miedo, hacían de la gente un ente meramente sensible de estímulos y normas externas a si mismos. Saiffe dejó de frecuentar bares de Lesbianas y se retiro al bosque con su novia durante los fines de semana. Incluso en Lapislázuli hubo un capítulo donde sugerían que la protagonista, harta de sus decepciones amorosas, empezaba a mirar a las mujeres con deseo y como un refugio de un mundo materialista y misógino.

La telenovela concluyó al año con bajo rating. La gente dejó de creer en la historia y el final consistió en que Lapislázuli se convierte al cristianismo, alejada de los hombres mientras en el fondo, muy dentro de su ser, desea inmensamente a la mesera que le sirve café en el desayunador de su trabajo.

Los medios dicen que Saiffe ahora quiere embarazarse, no se sabe a verdad cual es la razón de su embarazo, continúa con la otra Mónica y es recordada como la mujer más feliz de las telenovelas, aún cuando interpretaba a Lapislázuli, la mujer más infeliz del horario estelar.

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