Pecho de tres pezones.



Cada corazón
vive en un hotel.
Un hotel vacío,
cortinas bailarinas.
Un motel minúsculo
con habitaciones para uno.
Un hostal sentidos
con aroma antiguedad.

Un corazón con eco
simbra las bóvedas,
otro arlequín
con dos caras,
al último órgano
en la casa sensorial.

Transitan los cuerpos
por arterias con puertas,
nocturno en el solo del primero,
el amanecer en el fantasma del segundo
y revisas de día una tercera soledad.

¿Te dieron corazón de bóveda
o tres corazones a la vez?
Amas la sombra, despunte de sol
y calor de lo diurno.

Temporadas en tu propia oscuridad
fueron necesarias.
Pecho que guarda tres corazones,
un corazón para cada pezón.

René Verduzco Cortés. 2010.

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