La Generación X en la era Millennial y otros padecimientos




Con muchas expectativas y algunos miedos, fui a ver T2: TRAINSPOTTING al cine. Fue una sorpresa encontrarme con una película muy diferente a la primera parte sin fiesta ni colores, incluso con una atmósfera nostálgica, depresiva y pausada, donde vemos a los 3 Mosqueteros y sus estragos de la edad se hacen presentes de la primera a la última escena (acepto que estaba decepcionándome un poco de lo que estaba viendo). Para mi el final le da un cierre perfecto (por lo que salí satisfecho de la sala de cine) y la fotografía de Anthony Dod Mantle no solo es impecable sino que demuestra que es una secuela hecha con amor al texto, a la película misma, a los personajes y a la nostalgia de los años noventa.

Aparece un personaje millennial, que encaja perfecto en la diferenciación que hace que las generaciones no se acoplen la una a la otra. Hay aspectos realistas que más que crudos son aburridos, pero así es la realidad, aburrida y reitero sin saber si está por demás decir que la última escena de la película vale la entrada, demuestra los talentos aún vigentes de Danny Boyle y el mensaje sincero más agrio que dulce sobre el destino de Mark Renton.



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