Después de 6 temporadas dejé de ver American Horror Story porque ya no estaba Jessica Lange, su suplente no sabía actuar y su séptima temporada parecía propaganda política sin neutralidad ni la creatividad que solía habitar la serie.
Al enterarme que Jessica Lange era parte de la octava temporada, me dieron ganas de verla. Los primeros seis capítulos son bueno y para los que fuimos fans de la primera y tercera temporada fue todo un placer. El problema comenzó en el capítulo 7, un poco anticlimático al final. Para el capítulo 8 la serie decayó tremendamente (Evan Peters que es un gran actor, hizo un papel menor que no le quedaba nada) y se perfilaba para ser una total decepción. El noveno no solo es malo sino que mencionaba que Putin era Illuminati, Hillary no pero su esposo sí y una sarta de estupideces que concluyó en el peor capítulo de la temporada con ganas de ya no ver el final. Para mi sorpresa, Jessica Lange regresó para el episodio último y borraron ese mal saber que me habían dejado los últimos episodios. Billie Lourd es una gran adición al show y el personaje de Leslie Grossman ayudó mucho al lado cómico de la serie. El episodio 10 cuenta con un buen cierre y Frances Conroy se lleva las palmas. Dicen que las secuelas no son buenas y esta no es la excepción, mostrando un anticristo estúpido e insípido que jamás impuso o tuvo peso como antagónico. Pero Emma Roberts, Sarah Paulson y un montón de actrices rescataron esta serie, pienso que cuando los creadores no escriben los capítulos la serie decae mucho y aunque construyeron un universo interesante, Cult fue una locura sin sentido y Apocalypse es como una versión blanda de lo que en realidad pudo haber sido y sin favoritismos ni encargos y sobretodo verdades a medias o distorsionadas.
No creo seguir viéndola pero al menos al final me dejaron con un buen sabor de boca y aunque hay mucha falsedad y artificio, los personajes entrañables y las buenas actuaciones, hacen de esta serie algo entretenido.
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