"Todas las cosas tienen belleza,
pero no todos pueden verla"
Nubarrones en los ojos-ventana
envidian la claridad del sol,
el día parece noche
y Confucio se mientre ente espinas.
Se le ocurría que el amor era deseo
y que el cuerpo era un total.
Tormentas craneales
que generan mareos,
justificando ebriedad
que soborna su juicio.
Las hordas humanas
bebiéndose los unos a los otros
como coca-colas
porque mitigan dolor.
Algunas usaron dos caras
y sus lágrimas
eran farsas desesperadas.
Cuando anocheció,
Confucio recordó el
valor de lo intangible,
borrando rayones
que afirmaban negaciones
y defendían a la ofendida,
ofendida de haber nacido,
ofendida de "ser forzada"
a burlar y herir,
malversando filósofos a su conveniencia,
confundida.
René Verduzco Cortés
"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos"
Confucio
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